¿Para qué la apreciación artística?
Por: Araceli Selene Dávila Robles
Apreciar una obra de arte nos ayuda a valorarla, tal vez a entenderla o tal vez no, pero sí a apreciarla, a ponernos en contacto íntimo con el arte y a decidir qué nos ofrece, qué podemos tomar de él o cómo podemos retribuirle.
Podemos apreciar una obra que nos guste o una que no nos agrade, pero que nos conmueve; e incluso podemos establecer el tipo de relación que queremos tener con ella, ya que nos provoca alegría, nostalgia, reflexión, indiferencia o rechazo.
Hay innumerables formas de abordar la apreciación artística, desde sensitivas hasta filosóficas; con los elementos formales propios del arte o de otras áreas perceptivas como la comunicación visual; se puede iniciar desde la perspectiva del artista o su historia de vida, desde las características de su estilo creativo o su lugar en la historia de la humanidad.
Apreciar el arte nos permite conocer la evolución del ser humano y establecer un lenguaje común con personas afines o muy diferentes a nosotros, porque el arte es un lenguaje universal; a través de él podemos conocer distintas épocas, estilos de vida, ideologías, creencias e incluso usos y costumbres; una obra de arte nos puede llevar a lugares distantes, tanto reales como imaginarios, y adentrarnos en los pensamientos y sentimientos de su creador, y conocer así un poco de su esencia humana.
Independientemente del camino que elijamos para apreciar el arte, siempre está presente nuestra forma de pensar y nuestra sensibilidad, porque el arte apela directamente al ser humano, podemos proyectar nuestras vivencias o forma de ver la vida; por eso apreciar y valorar el arte es una experiencia enriquecedora en nuestro desarrollo personal, es ver arte con una mirada dispuesta a descubrir, y principalmente a crear significados para nosotros mismos.